jueves, 6 de abril de 2017

Variando el "Cadáver Exquisito": un sinsentido aún mayor.



       Lo que me gustaría publicar por aquí hoy es el fruto de un experimento espontáneo y carente de sentido. Hace un tiempo me llamó la atención la técnica del "cadáver exquisito". Siendo planteada por los escritores surrealistas allá por la década de los años 20, plantea usar elementos como el azar, la invención incontrolada y espontánea para crear una obra artística. Es decir, se escribe de forma automática una frase o varias y se ocultan todas menos la última oración o palabra (existen variantes). Así, se pasa el papel a la siguiente persona, que redacta su idea y vuelve a pasarlo.

       El nombre procede del primer escrito redactado con esta técnica, cuya primera frase era, originalmente en francés: El cadáver exquisito beberá el vino joven. Su objetivo era presentar una literatura inconexa en apariencia pero que expresaba, en cierto modo, la expresión mental sin regla alguna que lo limitase.

       Hoy, dos compañeras y yo hemos decidido pasar el rato probando este juego surrealista. Pero a diferencia de la idea original, hemos decidido hacerlo sin referencia alguna de lo escrito anteriormente. El resultado es curioso, o así me lo parece. Pero lo que más me llama la atención es que, de hecho, haya habido partes que parezcan tener cierta relación entre ellas. Poca, pero alguna existe. Cada línea corresponde a una de nuestras intervenciones a ciegas. He aquí el resultado.




Ante todo, prefiero la pizza.


Solo soy un trozo de papel rodeado de tijeras.
El tren acababa de llegar a la estación.
Me gusta la primavera porque hace calorazo,
cuando la vida te da oportunidades, aprovéchalas al máximo.
Las estrellas se cayeron del cielo de repente
pero prefiero la pizza.
Quiero volar en un cielo lleno de nubes blancas
(Lope de Vega estuvo cayéndose durante cinco minutos)
y caminar por el campo bajo el sol.
Si la fama nace de la envidia, ¿entonces la envidia nace de la fama?
Parecerá una tontería, pero no pretendíamos que esto tuviera sentido.
Así que nunca lo olvidaré.

El manuscrito original



No hay comentarios:

Publicar un comentario